Si te preguntas cómo mejorar tu rendimiento lector mientras estudias tu oposición, estás en el post adecuado para aprender estrategias de comprensión lectora.
Comprender más para leer menos
La comprensión lectora, clave en la preparación de una oposición, es la otra mitad del proceso lector (skimming y scanning), ya que de nada sirve leer muy rápido si no somos capaces de aprender lo leído:
Para aprender hay que comprender
Por ello es fundamental realizar ejercicios que nos permitan mejorar el entendimiento de lo que leemos, y que faciliten que memoricemos las nuevas informaciones y las relacionemos con los aprendizajes previos.
Entre los aspectos que pueden hacer que no se comprenda un texto que estamos leyendo se pueden incluir la falta de atención, el cansancio, las sesiones de estudio interminables o desconocer conceptos necesarios para poder interpretar el contenido.
Todo esto puede provocar que entendamos en un primer momento, pero no consigamos recordar más allá de ese primer instante, o que ni siquiera podamos hacernos una primera idea del significado. Esto implicaría volver a leer el mismo texto y, por tanto, invertir un tiempo muy valioso en una tarea que podemos evitar.
¿Qué estrategias de comprensión lectora puedo aplicar para mejorar?
Las actividades de comprensión lectora permiten mejorar la capacidad de entender el texto que se está leyendo, aumentando el recuerdo del contenido desarrollado en el mismo.
Para sacar todo el rendimiento a una lectura lo primero que hemos de tener en mente es el objetivo, lo que perseguimos con ella, para poder enfocar nuestra atención y concentración.
Cuanto más tiempo y dedicación se conceda a la lectura de un tema, más fácil será entender el significado. Iremos aumentando nuestra base de conocimientos sobre la materia y esto revertirá en una más ágil y dinámica comprensión de las nuevas informaciones.
Además esto nos permitirá desarrollar la capacidad de lectura crítica, tan necesaria para poder enfrentarse a las pruebas de una oposición, y ser capaz de entender más allá de lo que se lee (por ejemplo para interpretar el enunciado de un ítem tipo test).
Así que, cuantos más conocimientos previos se tengan sobre un tema, más fácil será adquirir nuevos conceptos e informaciones sobre el mismo, facilitando y agilizando la memorización y el estudio.
Ser capaz de identificar aquellos textos que no conseguimos entender por falta de recursos, por carencias en nuestra base conceptual, nos abre la puerta a la mejora, al ser capaces de identificar el problema a solucionar.
En estos casos sólo hemos de investigar aquello que nos impide entender totalmente el contenido (concepto, palabra, proceso…) para conseguir una asimilación completa del significado profundo del tema.
Otro aspecto a tener en cuenta son los grados de comprensión
Puedes leer un tema y creer que lo has entendido todo, pero al hacer una segunda lectura darte cuenta de que no habías profundizado del todo en el sentido del texto.
Para evitar esto puedes usar la técnica de la explicación: explica el contenido, con tus propias palabras y relacionándolas con otros contenidos, como si se lo estuvieses contando a un niño. Se trata de comprobar si has captado la idea que el texto trata de exponer. Evita las palabras técnicas y las explicaciones largas: céntrate en el contenido y busca la forma más simple de explicarlo.
Recuerda:
Podemos leer despacio y tener una gran capacidad de comprensión lectora. Sin embargo, como Opositores/as, necesitamos trabajar para desarrollar ambas capacidades, mejorando nuestra eficacia y nuestro rendimiento lector.
El objetivo último de todo Opositor es el de poder adquirir conocimiento de forma rápida y efectiva, por lo que debes compaginar el incremento en la velocidad lectora, con poner a trabajar tu mente y mejorar tu compresión.
